De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el estado de Quintana Roo cuenta con una importante infraestructura patrimonial arqueológica; sin embargo, también cuenta con una riqueza arquitectónica histórica, poco conocida, construida a partir de la Colonia y hasta el siglo XIX.
“Los vestigios de la arquitectura histórica de Quintana Roo reflejan lo colonial en la región peninsular, basada en la explotación del henequén y recursos forestales y naturales, bajo condiciones de esclavitud, que se prolongaron después de su abolición formal en la Independencia”, señala el Instituto.
Asimismo, el INAH tiene registro de 145 monumentos históricos en el estado, construidos entre los siglos XVI al XIX; los cuales incluyen edificaciones religiosas, militares, haciendas henequeneras, cementerios y obras de suministro de agua.
De éstos, 86 se ubican en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, de los cuales destacan el Museo de la Guerra de Castas y la biblioteca de la comunidad de Tihosuco; así como el conjunto conventual del Niño Jesús, del que queda en pie, parcialmente, la iglesia, la casa cural y el cementerio.
Además, está la Zona de Monumentos Históricos de Tihosuco, que concentra las construcciones de mayor valor. Ésta fue declarada Zona de Monumentos Históricos, por decreto, en marzo de 2019, y se convirtió en la primera declaratoria en su tipo del estado de Quintana Roo y la tercera en la península.
De igual manera, el INAH destacó la riqueza histórica de Sacalaca, Sabán, Tepich y Kancabchén, que conforman la Ruta de las Iglesias y contienen templos, haciendas, conventos y otras edificaciones.
Por otro lado, el Instituto resaltó que en otras partes del estado también existe arquitectura histórica, como el Fuerte San Felipe y la Casa de la Cultura, ubicados en Bacalar. Además de 130 edificios de madera que se encuentran en Chetumal, Isla Mujeres y Cozumel.
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